Page 78 - Banca Pueyo 125 Anos
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Banca Pueyo. 125 años de historia
básicas de las mismas, para que con estas experiencias
completaran su formación práctica desde la base. Debían
conocer desde el más elemental procedimiento que se llevara
a cabo en la desarrollo de las actividades financieras.
El sector bancario se verá sacudido por la crisis del petróleo (1973), fre-
nando en seco el proceso de creación de nuevas entidades que habían emergido
como consecuencia de la Ley Bancaria de 1962. Se produce a partir de ahora
el efecto contrario: la desaparición de muchas entidades, algunas de ellas de
reciente creación. Entre los años 1977 y 1985 se asistió a la desaparición de 54
de los 110 bancos españoles existentes, con un coste elevadísimo (1,5 billones
de pesetas; 1,2 procedentes de la hacienda pública), lo cual originaría cambios
en el marco legal. El más inmediato fue el establecimiento de un fondo de garan-
tías de depósitos3. En 1980 se aprueba la Ley de 21 de junio sobre Órganos
Rectores del Banco de España, que supone el reconocimiento de un sustancial
grado de autonomía del Banco, tanto desde un punto de vista funcional (por
ejemplo, en el ámbito de la política monetaria) como orgánico4.
A pesar del momento desfavorable, Banca Pueyo sigue con su política
de expansión. La fórmula del riesgo calculado, evitando decisiones temerarias y
la simplicidad de mantener la norma básica en el equilibrio entre gastos e ingre-
sos, que llevan impreso en el método Pueyo –
no gastar más de lo que se ingresa-, les
garantiza la clave del éxito. A punto de cumplir
cien años, las referencias vienen a ser las mis-
mas dos generaciones después de aquel Javier
del Pueyo y Pueyo que, abandonando la sierra
de Cameros, vino a parar a la decimonónica
Villanueva.
Si seguimos la publicidad que Banca Pueyo
inserta en los diarios regionales, vemos la evo-
lución y el mensaje que intenta transmitir al mer-
cado potencial, siempre haciendo hincapié en
su fundación, lo cual implica la solidez a pesar
de las muchas circunstancias y vicisitudes por
las que ha caminado. En un anuncio5 de 1971
recogía el lema “Un banco local al servicio de
su provincia”, en el que se aprecia la vocación
expansiva que comienza a reflejarse en el men-
saje. Poco tiempo más tarde6, ya se publicitaba
como “Único banco dedicado exclusivamente
a la provincia de Badajoz” o “Al servicio de su
provincia7”. Haciendo una comparativa entre la
reseña primera y segunda, vemos cómo el
carácter local empieza a ser superado y ahora
La Sirena, símbolo de la ciudad de Villanueva de es el ámbito provincial el que marca objetivos.
la Serena, obra del escultor Perfecto Corchado Sin embargo en otro8 posterior se afirmaba que
el banco tenía una “Dedicación exclusiva a la
economía de nuestra región”, o lo que es lo mismo: de Villanueva de la Serena
a la provincia de Badajoz y de esta a la región extremeña, aunque no se había
dado todavía el salto a la provincia cacereña. Se apela además en otros9 lemas
80
básicas de las mismas, para que con estas experiencias
completaran su formación práctica desde la base. Debían
conocer desde el más elemental procedimiento que se llevara
a cabo en la desarrollo de las actividades financieras.
El sector bancario se verá sacudido por la crisis del petróleo (1973), fre-
nando en seco el proceso de creación de nuevas entidades que habían emergido
como consecuencia de la Ley Bancaria de 1962. Se produce a partir de ahora
el efecto contrario: la desaparición de muchas entidades, algunas de ellas de
reciente creación. Entre los años 1977 y 1985 se asistió a la desaparición de 54
de los 110 bancos españoles existentes, con un coste elevadísimo (1,5 billones
de pesetas; 1,2 procedentes de la hacienda pública), lo cual originaría cambios
en el marco legal. El más inmediato fue el establecimiento de un fondo de garan-
tías de depósitos3. En 1980 se aprueba la Ley de 21 de junio sobre Órganos
Rectores del Banco de España, que supone el reconocimiento de un sustancial
grado de autonomía del Banco, tanto desde un punto de vista funcional (por
ejemplo, en el ámbito de la política monetaria) como orgánico4.
A pesar del momento desfavorable, Banca Pueyo sigue con su política
de expansión. La fórmula del riesgo calculado, evitando decisiones temerarias y
la simplicidad de mantener la norma básica en el equilibrio entre gastos e ingre-
sos, que llevan impreso en el método Pueyo –
no gastar más de lo que se ingresa-, les
garantiza la clave del éxito. A punto de cumplir
cien años, las referencias vienen a ser las mis-
mas dos generaciones después de aquel Javier
del Pueyo y Pueyo que, abandonando la sierra
de Cameros, vino a parar a la decimonónica
Villanueva.
Si seguimos la publicidad que Banca Pueyo
inserta en los diarios regionales, vemos la evo-
lución y el mensaje que intenta transmitir al mer-
cado potencial, siempre haciendo hincapié en
su fundación, lo cual implica la solidez a pesar
de las muchas circunstancias y vicisitudes por
las que ha caminado. En un anuncio5 de 1971
recogía el lema “Un banco local al servicio de
su provincia”, en el que se aprecia la vocación
expansiva que comienza a reflejarse en el men-
saje. Poco tiempo más tarde6, ya se publicitaba
como “Único banco dedicado exclusivamente
a la provincia de Badajoz” o “Al servicio de su
provincia7”. Haciendo una comparativa entre la
reseña primera y segunda, vemos cómo el
carácter local empieza a ser superado y ahora
La Sirena, símbolo de la ciudad de Villanueva de es el ámbito provincial el que marca objetivos.
la Serena, obra del escultor Perfecto Corchado Sin embargo en otro8 posterior se afirmaba que
el banco tenía una “Dedicación exclusiva a la
economía de nuestra región”, o lo que es lo mismo: de Villanueva de la Serena
a la provincia de Badajoz y de esta a la región extremeña, aunque no se había
dado todavía el salto a la provincia cacereña. Se apela además en otros9 lemas
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