Page 65 - Banca Pueyo 125 Anos
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El banco de Villanueva de la Serena (1957-1968)
“Pocas mujeres son capaces como la de Badajoz, de reunir
vigorosa iniciativa, la prudente previsión, la actividad, el celo y todas
las demás condiciones necesarias para llenar en un momento dado
el vacío que deja en una casa la falta del jefe y cabeza de la familia.
No sólo manejará su caudal o seguirá arbitrando recursos para que
de nada carezcan sus hijos, sino que cuidará y educará a éstos
como si su padre viviera, y los defenderá, y apartará de ellos toda
clase de males, no consintiendo que se les infiera el menor agravio,
o si, por desgracia, fuesen víctimas de alguno, tomará de él satis-
facción cumplida1.”
El año 1956 se ha cerrado con el objetivo cumplido de haber puesto las
bases para que la entidad financiera tenga un futuro más fiable. Ha sido un año
difícil, pero los cimientos sobre los que se asentará la entidad son mucho más
sólidos desde el 1 de enero de 1957. La nueva corporación se establece como
una Sociedad Mercantil Anónima, en virtud
de la ordenación correspondiente a la Ley 17
de julio de 1951 sobre régimen jurídico de
Sociedades Anónimas. Los estatutos fueron
elevados a escritura pública el 21 de diciem-
bre de 1956, ante el notario D. Antonio Álva-
rez-Cienfuegos y Broncano, para que las
operaciones financieras dieran comienzo el
día 1 de enero de 1957. Su domicilio social
se ubica en la calle Virgen de Guadalupe nº
2 y quedaba claro que:
“La sociedad es continua-
dora sin interrupción ni excep-
ción de todos los negocios
bancarios de Ricardo del
Pueyo y Pueyo, inscrito como
banquero individual con el
número 53 en el Registro Espe-
cial de Bancas y Banqueros de
la Dirección General de Banca
y Bolsa, donde previamente ha
sido inscrita esta sociedad”.
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“Pocas mujeres son capaces como la de Badajoz, de reunir
vigorosa iniciativa, la prudente previsión, la actividad, el celo y todas
las demás condiciones necesarias para llenar en un momento dado
el vacío que deja en una casa la falta del jefe y cabeza de la familia.
No sólo manejará su caudal o seguirá arbitrando recursos para que
de nada carezcan sus hijos, sino que cuidará y educará a éstos
como si su padre viviera, y los defenderá, y apartará de ellos toda
clase de males, no consintiendo que se les infiera el menor agravio,
o si, por desgracia, fuesen víctimas de alguno, tomará de él satis-
facción cumplida1.”
El año 1956 se ha cerrado con el objetivo cumplido de haber puesto las
bases para que la entidad financiera tenga un futuro más fiable. Ha sido un año
difícil, pero los cimientos sobre los que se asentará la entidad son mucho más
sólidos desde el 1 de enero de 1957. La nueva corporación se establece como
una Sociedad Mercantil Anónima, en virtud
de la ordenación correspondiente a la Ley 17
de julio de 1951 sobre régimen jurídico de
Sociedades Anónimas. Los estatutos fueron
elevados a escritura pública el 21 de diciem-
bre de 1956, ante el notario D. Antonio Álva-
rez-Cienfuegos y Broncano, para que las
operaciones financieras dieran comienzo el
día 1 de enero de 1957. Su domicilio social
se ubica en la calle Virgen de Guadalupe nº
2 y quedaba claro que:
“La sociedad es continua-
dora sin interrupción ni excep-
ción de todos los negocios
bancarios de Ricardo del
Pueyo y Pueyo, inscrito como
banquero individual con el
número 53 en el Registro Espe-
cial de Bancas y Banqueros de
la Dirección General de Banca
y Bolsa, donde previamente ha
sido inscrita esta sociedad”.
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