Page 55 - Banca Pueyo 125 Anos
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Poniendo las bases (1939-1956)
que, como apuntó uno de los actores: “Habrá que hacer algo”, y ese algo cul-
minó en la Banca Pueyo, Sociedad Anónima.
La salud de Ricardo del Pueyo y Pueyo se ve menoscabada a mediados
de la década de los cincuenta, por lo que entienden que hay que dar el paso
definitivo y se comienzan a elaborar los estatutos que regirán la nueva sociedad
mercantil que se pretende crear bajo la denominación de Banca Pueyo, S.A.,
asegurando a los descendientes de Ricardo del Pueyo y Pueyo un futuro más
sólido. Es curioso cómo el nuevo nombre de la entidad, que comenzará a apli-
carse desde 1957 hasta la actualidad, venía utilizándose en algún caso con ante-
rioridad. De esto nos da testimonio
un anuncio publicado en el diario11
Hoy en 1946, refiriéndose a una
corresponsalía que se tenía en
Guareña, al frente de la cual se
encontraba Antonio Parejo Capilla.
Para la transformación en
sociedad anónima es necesario
buscar un asesoramiento jurídico
que guíe los pasos para conseguir
unos estatutos que les encaminen
hacia la transformación. De tal
forma, entra en liza en estos movi-
mientos una figura muy impor-
tante: Joaquín Sánchez Torres de
la Banca Sánchez de Cáceres, a
quien se solicita ayuda para la elaboración de los citados estatutos. En una
carta12 remitida desde la sede de la entidad en Villanueva de la Serena, se expre-
saba en los siguientes términos:
“Muy Sr. mío y distinguido amigo:
Me permito adjuntarle proyecto de escritura de constitución y
estatutos relativos a la transformación de mi negocio de banca en
sociedad anónima, con el ruego tenga a bien someterlo a su estu-
dio.
Los estatutos –en gran parte copiados de los de esa Banca- van a
falta de los Títulos IV y V, referentes a la distribución de beneficios
y disposiciones finales, y que les presentaré personalmente en la
visita que tengo el deseo de efectuarles el próximo día 19 –fiesta
oficial- con el fin de cambiar impresiones sobre el asunto, por
lo que les agradecería tengan a bien comunicarme si en tal
día pueden Uds. recibirme. No obstante, la fecha anterior
a la citada, les confirmaré telefónicamente mi visita.
Con gracias anticipadas les saluda atentamente su afectí-
simo servidor y amigo q.e.s.m.”
Posteriormente13 y en despacho firmado por Emilio Ridruejo y Emi-
lio Calderón en calidad de apoderados, le vuelven a remitir al señor Sánchez
Torres los estatutos modificados para someterlos a su criterio y le solicitan ade-
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que, como apuntó uno de los actores: “Habrá que hacer algo”, y ese algo cul-
minó en la Banca Pueyo, Sociedad Anónima.
La salud de Ricardo del Pueyo y Pueyo se ve menoscabada a mediados
de la década de los cincuenta, por lo que entienden que hay que dar el paso
definitivo y se comienzan a elaborar los estatutos que regirán la nueva sociedad
mercantil que se pretende crear bajo la denominación de Banca Pueyo, S.A.,
asegurando a los descendientes de Ricardo del Pueyo y Pueyo un futuro más
sólido. Es curioso cómo el nuevo nombre de la entidad, que comenzará a apli-
carse desde 1957 hasta la actualidad, venía utilizándose en algún caso con ante-
rioridad. De esto nos da testimonio
un anuncio publicado en el diario11
Hoy en 1946, refiriéndose a una
corresponsalía que se tenía en
Guareña, al frente de la cual se
encontraba Antonio Parejo Capilla.
Para la transformación en
sociedad anónima es necesario
buscar un asesoramiento jurídico
que guíe los pasos para conseguir
unos estatutos que les encaminen
hacia la transformación. De tal
forma, entra en liza en estos movi-
mientos una figura muy impor-
tante: Joaquín Sánchez Torres de
la Banca Sánchez de Cáceres, a
quien se solicita ayuda para la elaboración de los citados estatutos. En una
carta12 remitida desde la sede de la entidad en Villanueva de la Serena, se expre-
saba en los siguientes términos:
“Muy Sr. mío y distinguido amigo:
Me permito adjuntarle proyecto de escritura de constitución y
estatutos relativos a la transformación de mi negocio de banca en
sociedad anónima, con el ruego tenga a bien someterlo a su estu-
dio.
Los estatutos –en gran parte copiados de los de esa Banca- van a
falta de los Títulos IV y V, referentes a la distribución de beneficios
y disposiciones finales, y que les presentaré personalmente en la
visita que tengo el deseo de efectuarles el próximo día 19 –fiesta
oficial- con el fin de cambiar impresiones sobre el asunto, por
lo que les agradecería tengan a bien comunicarme si en tal
día pueden Uds. recibirme. No obstante, la fecha anterior
a la citada, les confirmaré telefónicamente mi visita.
Con gracias anticipadas les saluda atentamente su afectí-
simo servidor y amigo q.e.s.m.”
Posteriormente13 y en despacho firmado por Emilio Ridruejo y Emi-
lio Calderón en calidad de apoderados, le vuelven a remitir al señor Sánchez
Torres los estatutos modificados para someterlos a su criterio y le solicitan ade-
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